Una historia protagonizada por una señora obsesionada por tejer que nos muestra como desistir de un proyecto, saber parar cuando la cosa marcha por derroteros diferentes a los planteados en un primer momento, no es ningún fracaso.
En ocasiones es mucho más inteligente renunciar y dedicar nuestras fuerzas a algo que realmente merezca la pena que continuar por un camino que no nos aporta nada.
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